La ruptura del orbe
El hombre de la bolsa y Leche Salada son malos y se llevan a los nenes. Yo sé de esas cosas. Cuando ando con mi triciclo, tengo mucho cuidado de Leche Salada y del hombre de la bolsa. El hombre de la bolsa, tiene una barba larga y gris y un palo con una bolsa en la punta donde mete a todos los nenes. Leche Salada es negro y tiene un bigote del mismo color. Se viste de blanco y camina encorvado. Y el Cuco tiene un bonete muy alto y cuando te persigue pega gritos chillones.
Estaba con mis amigos: Jorge, Gustavo y Carlitos cuando vimos que venía caminando Leche Salada. Y nos dio miedo y Jorge dijo: ¡rajemos! Pero yo tenía tanto miedo que me puse a llorar y a llamar a mi mamá y no me pude mover y vino Leche Salada y me apuntó con su dedo largo y negro y me dijo: ¡Quédate mosca, si no querés que traiga al Cuco! ¡Vení conmigo!
Me llevó a un terreno baldío que hay a la vuelta de mi casa y debajo de unos cafetos se bajó los pantalones y me agarró el hombro tan fuerte que me caí al suelo por el dolor. Y Leche Salada comenzó a hacer pis encima mío y me gritaba: ¡Chúpalo, nene! ¡Tragátelo, puto! ¡Puto de mierda! Y yo me largué a llorar y grité. Pero Leche Salada me pegó una piña y me desmayé.
Cuando me desperté vi a Leche Salada adentro de una celda. Lo había encerrado el doctor Malo que vino a rescatarme. Me dijo: “Leche Salada es mi archienemigo”. Entonces se arrodilló adonde yo estaba y me agarró el pito y me dijo: Ahora te vas a portar bien con el doctor Malo y le vas a chupar bien el pito. Y puso su pito adentro de mi boca y yo me atraganté, porque pensaba que me iba a ahogar y vomité y me dio vergüenza, como cuando me hago pis en el colegio. Y el doctor Malo me pegó un cachetazo y me dio vuelta y me pegó en la nuca y me desmayé y después me desperté y me salía sangre del culo y me dolía y no me pude parar y desde entonces estoy sentado y Leche Salada me saluda cuando está de buen humor.
Estaba con mis amigos: Jorge, Gustavo y Carlitos cuando vimos que venía caminando Leche Salada. Y nos dio miedo y Jorge dijo: ¡rajemos! Pero yo tenía tanto miedo que me puse a llorar y a llamar a mi mamá y no me pude mover y vino Leche Salada y me apuntó con su dedo largo y negro y me dijo: ¡Quédate mosca, si no querés que traiga al Cuco! ¡Vení conmigo!
Me llevó a un terreno baldío que hay a la vuelta de mi casa y debajo de unos cafetos se bajó los pantalones y me agarró el hombro tan fuerte que me caí al suelo por el dolor. Y Leche Salada comenzó a hacer pis encima mío y me gritaba: ¡Chúpalo, nene! ¡Tragátelo, puto! ¡Puto de mierda! Y yo me largué a llorar y grité. Pero Leche Salada me pegó una piña y me desmayé.
Cuando me desperté vi a Leche Salada adentro de una celda. Lo había encerrado el doctor Malo que vino a rescatarme. Me dijo: “Leche Salada es mi archienemigo”. Entonces se arrodilló adonde yo estaba y me agarró el pito y me dijo: Ahora te vas a portar bien con el doctor Malo y le vas a chupar bien el pito. Y puso su pito adentro de mi boca y yo me atraganté, porque pensaba que me iba a ahogar y vomité y me dio vergüenza, como cuando me hago pis en el colegio. Y el doctor Malo me pegó un cachetazo y me dio vuelta y me pegó en la nuca y me desmayé y después me desperté y me salía sangre del culo y me dolía y no me pude parar y desde entonces estoy sentado y Leche Salada me saluda cuando está de buen humor.

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